Mark Manders es ampliamente reconocido por su extensa y antigua creación de una serie titulada ‘Self Portraits as a Building’, una gama de instalaciones, esculturas y dibujos que se han comparado con una representación física de narraciones, lenguaje y oraciones estructuradas. El uso de materiales por parte de Manders en sus entregas se aleja de la norma y a menudo incluye elementos como bombillas, mantas, sillas e incluso animales muertos. La primera entrega de la serie 'Autorretratos' de Manders fue el plan arquitectónico titulado Inhabited for a Survey (First Floor Plan), un plano que se dibujó en el piso de una galería con creyones de colores y lápices. Manders ha declarado que este edificio ficticio que intenta denotar es en realidad una alusión a su propio alter ego – el Mark Manders que está separado de su personalidad como artista; él ha descrito este alter-ego como un "individuo neurótico y sensible que solo puede existir en un mundo artificial".   Leer Menos