Elegía al color, geometría y óptica: la resonancia visual...
Cebras y líneas ópticas: los cielos nocturnos del espacio-tiempo de Victor Vasarely
Artistas - March 24, 2023
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By Andrew Bay, UK
Victor Vasarely nació en Hungría en 1906 y pasó su infancia en la ciudad de Pecs, en la frontera con Croacia. Aunque fue un buen estudiante, Vasarely decidió dejar la facultad de medicina a finales del segundo año, en 1927, para estudiar arte en la Academia Podoloni Volkmann de Budapest. Encontró su espíritu afín en la comunidad intelectual bohemia de la capital y participó en debates animados sobre arte, filosofía y política con artistas y pensadores afines, creativos y vanguardistas. Uno de ellos fue Sandor Bortnyik, director de la Academia Muhely, el centro del movimiento Bauhaus en Budapest.
La escuela Bauhaus fue un movimiento artístico alemán fundado por el arquitecto Walter Gropius en la década de 1920. El espíritu del movimiento fue que todas las disciplinas artísticas, desde las bellas artes hasta las manualidades, deben buscar una unidad estética cohesiva basada en las formas geométricas platónicas elementales: el cubo, el rectángulo, el cuadrado y el círculo. Estos principios informales influyeron en el estilo de Vasarely, más tarde en su carrera.
En 1930, Vasarely decidió mudarse a París con su compañera estudiante de arte y futura mujer Claire Spinner para dedicarse a su carrera como pintor. Sus dos hijos, Andre y Jean Pierre (quien se convirtió en un famoso pintor por sí mismo, con el nombre de Yvaral) nacieron en Paris y Vasarely comenzó a trabajar en la industria de la publicidad para mantener a su familia. No obstante, tenía la determinación de continuar con sus ambiciones artísticas y pasó noches y fines de semana perfeccionando sin descanso su estilo.
En 1939, Vasarely conoció a la galerista Denise Rene, quien se convertiría en una de sus colaboradoras más importantes. Cuando abrió la galería Denise Rene en París en 1944, justo cuando la ciudad estaba siendo liberada de la ocupación alemana, pidió a Vasarely que fuese su primera exposición. La exposición fue un éxito rotundo y Vasarely ya pudo dedicarse íntegramente al arte. Comenzó a despertar un gran interés por las obras de pintores de la escuela de abstracción geométrica, como Piet Mondrian, Agustin Herbin y Kazimir Malevich.
Aunque sentía que aún no había encontrado su propia voz, estudió con meticulosidad las obras de los abstraccionistas geométricos y pasó a dominar las técnicas de efectos ópticos, a través del uso de composiciones del color controladas y permutaciones de superficies y formas policromáticas.
La obra de Vasarely atravesó una enorme transformación en 1947. Tal como admitió él mismo, comenzó a sentir que podía reconocer los patrones geométricos inherentes en la naturaleza y pasó de hacer obras simbolistas a obras basadas en estructuras geométricas. Vasarely había encontrado su voz con estas imágenes estilizadas, abstractas y distintivas.
Con su serie Homage To Malevich que pintó entre 1952 y 1958, Vasarely adoptó un enfoque sistemático con el que crear imágenes cinéticas en blanco y negro. Los progresos experimentales subsiguientes en esa dirección llevaron a Vasarely a producir los trucos e ilusiones visuales que ahora llamamos Arte Op, de arte óptico. En obras clásicas como Vega (1957) y Cassiopee II (1958), se nos presentan campos diagonales, intercalados con profundidad espacial horizontal y vertical. Los cuadros se expanden y se contraen a varias escalas, de esta forma expresa la naturaleza infinita fortalecida del Universo.
En general, la obra de Vasarely es una reacción a la tecnología moderna contemporánea. La mayoría de sus ideas proceden de su interés por las conjeturas matemáticas abstractas y las hipótesis científicas. Siempre ha visto su arte en armonía visual con la física teórica, al explorar dinámicamente los conceptos del espacio y tiempo, materia y energía. En este aspecto, Vasarely también fue un importante influyente del movimiento del arte cinético, desde sus inicios. Con sus composiciones vitales, que oscilan desde fusiones monocromáticas hasta vórtices preciosos de color, Vasarely estableció la estructura definitiva de los movimientos de arte cinético y óptico, junto con alumnos famosos como Bridget Riley y Yaacov Agam.