Shock Art: la violencia de la recognoscibilidad y el hiperrealismo
By Andrew Bay, UK
El Shock Art, o arte del choque, es una forma de realismo extremo que alcanzó su éxito en la década de 1960, con piezas del performance notables de artistas como Hermann Nitsch, Piero Manzoni y Chris Burden. El shock o estupor de estas obras se da por el grado increíblemente realista de "representatividad" con la que los artistas buscan crear, dejando al público expuesto a una sensación de inevitabilidad: cuando uno confronta al "Shock art," no hay ningún otro lugar donde ir. Aunque se ha enfrentado, a lo largo de los años, a la oposición de críticos y del público, el Shock Art ha tocado la fibra sensible de la sociedad. Pone de relieve un nuevo tipo de ansiedad, la cual no es existencial por naturaleza. La aprehensión neurótica capturada en estas obras increíblemente realistas es la ansiedad de la recurrencia y la repetición que define el mundo moderno. La realidad es ahora irreversiblemente intercambiable por la publicidad, donde todos los sentidos, significados e interpretaciones se fusionan en uno. En definitiva, el Shock Art refleja la era de la información: perturbadora e intensamente brutal, tan inevitablemente misteriosa como un agujero negro digital.
El renegado artista Ai Weiwei nació en 1957 en Pekín, en una familia donde el activismo político era una realidad diaria. Su padre fue Ai Quing, fundador de la poesía china moderna. Su oposición firme a las autoridades comunistas chinas derivó en su exilio y encarcelamiento en la provincia de Shihezi donde WeiWei creció en los años 60. Tras la muerte de Mao Zedong en 1976, la familia fue perdonada y pudieron volver a Pekín, donde Weiwei estudió en la Academia de Cine. Desde muy temprano, decidió usar su arte para explorar las contingencias sociales y políticas de la libertad y la autoexpresión. Al igual que su padre, su determinación creativa y valiente suscitó la furia del régimen político chino que censuró la mayoría de sus producciones y performances artísticas, obligando a Weiwei a marcharse de China para siempre y mudarse a Occidente en 2015. Además de sus ambiciosas esculturas e instalaciones, es sobre todo famoso por su performance Sunflower Seeds, exhibida en el Tate Modern de Londres en 2010. Para esta producción, esparció 50 millones de semillas de porcelana hechas a mano por todo el suelo de la galería, como crítica al consumismo y autoritarismo, tanto de Occidente como de China.
Nobuyoshi Araki siempre tuvo predilección por los retratos que hacía de su mujer, la escritora Yoko Aoki en las décadas de 1970 y 1980. Aunque es internacionalmente conocido por sus retratos e imágenes de desnudos controvertidos, insiste en que es amor, el cual ha sido el principal impulsor de su curiosidad artística. Sentimental Journey es uno de sus más famosos álbumes fotográficos donde capturó el romance de su luna de miel, la cual documentó hasta el trágico fallecimiento de su mujer por cáncer de ovarios en 1990. Araki siente que las imágenes viven en el subconsciente durante tiempo indefinido y que, con el tiempo, salen a la luz cuando se revelan en sus fotografías con polaroid en rápidos arrebatos de inspiración. A través de la fotografía, ha capturado la transición de Japón de una cultura con una tradición de 1000 años a una sociedad materialista atrapada dentro de una torre de Babel, saturada de los impulsos freudianos reprimidos de Eros y Tánatos.
En 1971, Chris Burden protagonizó una performance artística en la que su mejor amigo le disparó en el brazo delante del público. En aquella época, la televisión en EE. UU. estaba constantemente retransmitiendo imágenes de la Guerra de Vietnam, lo cual influyó en la decisión de Burden de hacer esta declaración antibélica. En cierto modo, era su manera de empoderarse con la narrativa de la guerra. Las multinacionales televisivas estadounidenses controlaban las redes de información y tenían el monopolio de lo que se podía decir sobre el conflicto que estaba teniendo lugar en el sureste de Asía. Burden quería recuperar ese control de los principales medios de comunicación. Su instalación Shoot fue el modelo a seguir de todas sus siguientes producciones y performances. Poco después, Burden comenzó a comprar tiempo de emisión en canales locales de Los Angeles para emitir sus propias películas artísticas, lo cual fue una innovadora forma política y conceptual de activismo. Desde entonces, Burden ha ido consolidando su crítica del estilo de vida estadounidense. Sus esculturas y obras de técnica mixta desafían el conformismo y el gran poder que Madison Avenue y la maquinaria publicitaria ejercen sobre las vidas y la atención de los estadounidenses. Esto culminó con la influyente performance Transfixed, de 1974, durante la cual protagonizó su propia crucifixión.
"Soy un artista que utiliza imágenes de segunda mano y experiencias de primera mano."
Maurizio Cattelan nunca huye del humor y la controversia yuxtapuestos. En sus obras conceptuales impecables y sarcásticas, evita los protocolos acordados por el arte establecido de la época. Algunas de sus obras más famosas son Comedian (2019), una instalación con un plátano pegado a la pared con un trozo de cinta y La Nona Ora, una escultura de un Papa aplastado por un meteorito. Las obras de Cattelan crean pequeños acertijos y rompecabezas. Deja el suficiente espacio para que el espectador haga sus propias interpretaciones sobre lo que puede significar y así les infunde el poder de existir a su manera. Es la volatilidad e implicaciones enigmáticas de los símbolos que Cattelan manipula lo que los convierte en fascinantes e impertinentes.
En 1999, la escultora belga Berlinde de Bruyckere recibió un encargo del museo Flanders Field en Ypres, que se especializa en el estudio de la I Guerra Mundial. Se comprometió con este encargo cuando estaba trabajando en otro proyecto al que ya se había embarcado sobre la guerra genocida en Ruanda. Por tanto, se implicó en dos proyectos, los cuales ambos exploraban los horrores de la guerra. De Bruyckere obtuvo pleno acceso a los archivos del museo de Ypres y, durante la investigación, se quedó impactada cuando descubrió el enorme número de caballos que murieron en la I Guerra Mundial. Inmediatamente, dibujó un paralelismo entre las pérdidas de vidas humanas en Ruanda y las pérdidas de vidas equinas durante la I Guerra Mundial y decidió explorar la dualidad que confina la tortura física y el vigor físico. De Bruyckere quiere rehacer la imagen de la anatomía del mundo físico a través de la representación icónica de cuerpos humanos y animales. Al transformar la superficie y la naturaleza de sus temas, también alude a la presencia del alma, en la que, según ella, envuelve nuestra materia, extremidades y órganos.
Las obras de Paul McCarthy han sido aclamadas por sus desafiantes producciones y performances multimedia. Combina con destreza las bellas artes y la cultura pop estadounidense en un comentario sarcástico para desafiar al estilo de vida y el imperialismo cultural estadounidenses. McCarthy está interesado en destapar las maneras en las que la historia estadounidense ha sido mitologizada por el revisionismo de Hollywood. Construye un montaje de fracturas psicológicas colectivas y representaciones cinemáticas para llegar al corazón del sentido de la identidad de los estadounidenses. Reconoce que el tiempo no es un factor determinante en su manera de pensar sobre su producción. Algunas obras son «obras siempre en progreso» y se siente cómodo con romper con las narrativas naturales cuando se trata de desarrollar sus ideas. Las obras de McCarthy pueden estremecer e incomodar por su intensidad. Sin embargo, el motivo detrás de sus acciones es llegar a un estado primitivo de la actividad imaginativa. McCarthy sabe muy bien los muchos contextos en los que sus obras pueden malinterpretarse y concebirse mal. La clave para enfrentarse a su arte es, por tanto, ser consciente de que él elige conscientemente satirizar la banalidad y la normalidad pervirtiéndolas permanentemente.